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A 62 años de la muerte de Gabriela Mistral, la Dra. Sylvia Contreras, reflexiona sobre su imagen como estética de resistencia

Mistral

Por Camila Vásquez y César Calquín

La Premio Nobel chilena apareció en uno de los muros del Centro Cultural que lleva su nombre con jeans de color negro, bototos, una polera blanca, un pañuelo verde al cuello y la bandera chilena teñida de negro. Un homenaje realizado por el artista nacional Fab Ciraolo que apareció en medio de las manifestaciones.

 “Pienso que no es la figura propiamente tal de Gabriela Mistral, que ya es un ícono, sino que son las creaciones literarias que se desprenden de su figura. Esta da cuenta de una estética de resistencia, en que se articulan voces intergeneracionales, destacándose el protagonismo de jóvenes en contextos de desposesión, estigmatización y violencia”, aseguró la académica del Departamento de Educación y experta diversidad de género.

Una crítica estética

Para la Dra. Contreras, la figura de la poetisa chilena y otras estéticas posibilitan que se anuncien subjetividades políticas, culturales y colectivas.

“Lxs jóvenes han propuesto a través de diversas figuras una crítica estética que toma la forma de una transgresión   posible. Practicantes que van construyendo un escenario que corroe el contenido histórico, estético, los acontecimientos y el mundo simbólico-material que nos han constituido como chilenxs y latinoamericanxs. Expresiones artísticas que anuncian las tensiones sociales, históricas y actuales que viven lxs agentes en sus propias socialidades, en sus acciones y opiniones, y en especial en sus cuerpos”, dijo.

Lucha intergeneracional de la mujer

Tomando como referencia la imagen de Mistral en los muros del GAM, la académica reflexiona sobre la intención de desinstalar a la poetisa habitando el closet o armario de la poesía dulzona – hetero-normativa.

“Como me lo señala un colega (Pablo Espinoza): invita a la construcción de narrativas de maestras masculinizantes de la “nación”, de ahí el pañuelo verde, jeans y la bandera negra de Chile, que da cuenta de la violación a los derechos humanos. Además de reunir en su estética las luchas intergeneracionales de las mujeres”, planteó.

Y agregó: “Esta imagen como estética se resiste al relato de una Gabriela Mistral habitando una maternidad marianista y redentora. Propone contranarrativas que legitime a la “fleta”. Además, permite ver a las culturas juveniles, y a las más creativas entre ellas, como descomunales potencias de transformación, destrucción y creación de otra cosa, como se observa en los bototos que representan una estética trans”.

Crear y resignificar figuras

Según la Dra. Contreras, la creación artística que tiene como foco la figura de Gabriela releva la posibilidad de crear y resignificar figuras, y de destruir la división entre la cultura de la elite y la cultura popular. De la posibilidad de ofrecer íconos de esperanza, de diálogos sobre diferencias, intersecciones, multiplicidad de identificaciones no fundadas en los mercados y la política manejada por el mercado.

“Esta estética nos dan cuenta de una acción pedagógica que en palabras de Giroux, configuran procesos de construcción de significados o de aprendizaje como mecanismos políticos a través de los cuales se producen las subjetividades y se movilizan los deseos. Dan cuenta de una multiplicidad de relaciones que lxs jóvenes imaginan suyas en el mundo. Afrontan las maquinarias institucionales de poder. De ahí que lxs educadorxs deban prestar atención a las formaciones culturales en las que se mueven lxs jóvenes”, concluyó.