Vocación, calidad del profesorado y compromiso social explican alta empleabilidad de EGB

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IMG 3710Por Marco Fajardo

Vocación, calidad del profesorado y compromiso social explican la alta empleabilidad de la carrera de Educación General Básica (EGB) de la Universidad de Santiago de Chile, según coinciden directivos, académicos y alumnos de la carrera.

La pedagogía tiene la mayor empleabilidad al 1º año de titulación en nuestro país, según cifras oficiales del Ministerio de Educación.

“Históricamente la carrera de PEGB ha mostrado una empleabilidad altísima, siempre entre las primeras a nivel nacional”, señaló Paloma Miranda, jefa de la carrera, que apuntó la calidad de los estudiantes y el profesorado, entre otros. En tanto, Marcela Casanova, encargada de las prácticas profesionales, que comienzan en sexto semestre, destacó éstas como otros de las claves a considerar.

“Considero que en estos resultados ha influido el compromiso social que tiene cada uno de los compañeros que ingresa a estudiar Educación Básica en la USACH”, dijo por su parte Sussan Bustamante, presidenta del centro de estudiantes. “Todos sabemos que en nuestro país la pedagogía no  ha sido valorada como corresponde. Sin embargo, en vez de escapar de esta realidad, muchos hemos decidido enfrentarla”.

“Nuestros egresados y egresadas muestran un perfil de formación pedagógica, disciplinar y didáctica de excelencia, lo que unido a su gran vocación y amor por la docencia, así como con la profunda convicción de que la educación es una herramienta de transformación social poderosa, se convierten en profesionales altamente valorados por los centros escolares y la sociedad en general”, sintetizó la jefa de carrera.

Vocación temprana

Para Miranda los estudiantes de la carrera demuestran una vocación pedagógica temprana a toda prueba y se muestran comprometidos, académica y socialmente, con su formación profesional.

Asimismo, “todos nuestros profesores y profesoras cuentan con el grado de magíster o doctorado. También son actores altamente comprometidos con la formación inicial docente, en términos de su calidad y, como una herramienta fundamental para la lucha contra la desigualdad social”.

“Son profesores que se vinculan directa y frecuentemente, con el mundo escolar, brindando a su docencia universitaria una profunda contextualización y sentido de realidad con el ejercicio profesional. A esto se le debe sumar la formación de excelencia en términos disciplinares que nuestros y nuestras profesoras en formación reciben en el marco de su formación general y de las menciones de especialidad que eligen”, señala.

“Valoro también el compromiso que tienen muchos de nuestros profesores con la formación que nos entregan, lo que nos ha permitido adquirir herramientas que resultan fundamentales al momento de enfrentarnos a una sala de clases”, coincidió Bustamante.

Para ella, una amalgama entre buenos docentes, estudiantes comprometidos y una adecuada malla curricular –que debe seguir mejorando, según cree- , hacen que los estudiantes sean buenos, y como egresados se vea reflejado en el aula, “donde cada profesor de básica de la USACH da lo mejor de sí”.

Práctica pedagógica

La jefa de carrera además resaltó la relevancia de las prácticas profesionales, como posibilidades reales del ejercicio de la docencia, prácticas abundantes y tempranas, de modo de generar más y mejores niveles de integración entre la teoría y la práctica y la universidad y el mundo escolar.

 “Las prácticas pedagógicas de nuestros estudiantes de EGB se inician en el sexto semestre de la carrera, cuando ya han podido adquirir experiencia en su rol de universitarios, lo que los lleva a anhelar el ingreso a los centros de práctica para poder vivenciar cómo la teoría revisada en las cátedras se encarna en la cultura escolar”, expuso Casanova.

“Es desde esa perspectiva que la intencionalidad del modelo de práctica de EGB, el cual es progresivo, permite que nuestros profesores en formación vayan incorporándose paulatinamente al mundo escolar por medio del acompañamiento y guía del profesor supervisor quien coordina y vela porque las experiencias docentes sean adecuadas fortaleciendo la triada estudiantes – escuela y universidad desde un rol protagónico de tutoría y mediación de dichas experiencias”, dijo.

Casanova agregó que la práctica final, llamada “intensiva”, tiene como objetivo que los profesores en formación se aproximen de la manera más real, a la actividad cotidiana de un docente en ejercicio, asistiendo todos los días de la semana al centro de práctica en un horario de media jornada.